Cada vez cuesta menos decirte que te quiero
El tejido que llevo, lleva cariño, va lleno de veneno
Es inalcanzable como el cielo, y como tus ojos, sinceros
Vivo en velo, con el recelo del reloj y del momento
Va veloz el segundero, va quemando el sentimiento
Pierdo el sentido de escribir mi propio arrepentimiento
Lo encuentro entre hoyuelos que parecen aguaceros
Busco la sequía de los ojos fieros y del pensamiento certero
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